domingo, 27 de marzo de 2011

Obsolescencia ¿programada?

Tal vez estas sean las últimas líneas que se escriban desde nuestro laboratorio. Años de investigación llegan a su fin, de la manera más inesperada: ni recortes presupuestarios, ni desastres de contaminación, ni sabotaje empresarial pudieron acabar con este otrora floreciente grupo de científicos, ahora reducido a un grupo de personas sin esperanza de continuar con su labor. Comenzaré el relato desde el principio.

jueves, 24 de marzo de 2011

Reporteros ¡Jindetrés, sal! (14): Heavy Metal desde Polonia

En esta nueva entrega de Reporteros ¡Jindetrés, sal!, nuestro ex-compañero y amigo LeLizard nos obsequia con unas instantáneas especialmente sobrecogedoras. LeLizard es uno de esos casos de científicos con doble personalidad (al igual que otros en sus ratos libres se dedican a escribir historietas o a pintar monas, ¡algunos incluso tienen blogs!): por el día se dedica a su tesis doctoral con pasión y rigor científico, mientras por las noches se transforma en un popular DJ. En este retrato que servidor le dedicó podéis verlo con las manos en la masa; y el que quiera bailar a su son y se encuentre por Valencia, no tiene más que pasarse hoy mismo por las salas Deejing y Murrayclub, o el día 20 en la Velvet

En su viaje a Polonia, no sólo se acordó de retratarse como representante Jindetresiense: el tío se ha currado una camiseta absolutamente metalera y colosal. Seguid leyendo para ser testigos del metal.

lunes, 21 de marzo de 2011

Craig Venter, el Chuck Norris de la biología molecular

Una buena mañana, estando yo en clase de Genómica, una frase del profesor atravesó las embravecidas mareas de mi mente abstraída para traerme lo que se convertiría en el germen del post que tenéis ante vuestros ojos. La frase en cuestión fue “Craig Venter se ha secuenciado su propio genoma”. Para el que no haya captado el paralelismo al instante, la estructura es idéntica a las frases tipo “Chuck Norris tiene el corazón de un niño. En un bote de cristal en su escritorio.” Esto dio lugar a que me planteara que si hay alguien que merezca el título de “el Chuck Norris de la Biología Molecular”, ése es Craig Venter ( sí, el de la secuenciación del genoma humano, que va con un barquito recogiendo microorganismos de los mares). A partir de ahí el resto es obvio, así que aquí tenéis una recopilación de hechos y hazañas de este peso pesado de la ciencia, recopilados con la ayuda de los veteranos Dr. Litos y Banchsinger.

NOTA: desde el inicio animo a cualquier lector a contribuir en los comentarios con las frases que le vengan a la mente, da igual que parezcan estrambóticas o absurdas, pues Craig Venter lo abarca todo. Las más originales serán enviadas al susodicho, a ver si hay suerte y nos ficha para su laboratorio.

jueves, 17 de marzo de 2011

Horror en la cámara fría

La puerta de la cámara fría crujió ruidosamente al abrirse. No era un sonido agradable, y menos aún en mitad del silencio reinante en el edificio vacío. Los laboratorios de toda la planta estaban cerrados, las luces de los pasillos apagadas.  Acudir al laboratorio un domingo por la tarde podía constituir un adelanto significativo para el trabajo de la semana, pero no por ello constituía una ocupación agradable para un día supuestamente dedicado al descanso y el ocio. Pero el joven investigador estaba acostumbrado a privarse de ciertos momentos de ocio con tal de adelantar el trabajo, especialmente cuando la escritura de la tesis apremiaba. Así que se resignó ante la perspectiva de entrar en esa habitación fría, oscura y llena de incómodos ruidos, decidido a terminar rápido y salir cuanto antes. 

martes, 15 de marzo de 2011

Gracias, Ibáñez

Hoy cumple 75 años Francisco Ibáñez, autor que no necesitaría presentación pero por si algún despistado por ahí todavía no sabe quién fue el creador de Mortadelo y Filemón (entre otros muchísimos personajes entrañables), ahí queda la imagen.




El botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos, Chicha Tato y Clodoveo y por supuesto los inquilinos de 13, Rue del Percebe y su versión moderna 7 Rebolling Street; todas estas creaciones salieron de la calvorota de Ibáñez (con todo el respeto, él mismo se vanagloria y mofa de su brillante cabeza). Amén de innumerables secundarios, de entre todos y dado el carácter científico-lúdico de éste nuestro blog, debemos destacar sin lugar a dudas el insensato científico Profesor Bacterio.


Aunque si tuviera que destacar una parte de su trabajo, más que la galería de personajes (que también), me quedaría con ese humor genial, esas animaladas tan imposibles como hilarantes, esa expresividad en sus personajes. Ibáñez es un maestro de la expresividad, con un trazo ágil, sencillo, y un sentido del humor totalmente desbordante. Cuántas horas hemos pasado los amigotes mirando las viñetas habiendo leído ya el tebeo, sólo buscando detalles en los fondos y pequeños chistes ocultos en viñetas y portadas.

Poco que añadir a este post-homenaje, más que decir que ojalá Ibáñez nos regale todavía unos cuantos álbumes más; porque si algo ha demostrado este hombre es que es incapaz de dejar de crear, y aunque algunos recordemos con mayor nostalgia y encontremos más divertidos álbumes clásicos como La caja de diez cerrojos, La máquina del cambiazo o El sulfato atómico, no cabe duda de que el mérito de atraer a generaciones y generaciones en esta cambiante sociedad es inigualable, y los nuevos álbumes poco a poco se van ganando sus adeptos y su lugar en el imaginario colectivo.

Así que, dado que en este blog el cómic ocupa un lugar privilegado, y que servidor tiene en Ibáñez uno de sus principales referentes (habré copiado Mortadelos y me habré inventado personajes plagiadísimos en toda mi infancia/juventud, madre mía), no podíamos dejar pasar este día sin soltar un estruendoso:

¡¡Felicidades, Maestro!!



sábado, 12 de marzo de 2011

Seguridad en el laboratorio (II)


(Pinchad en la imagen para verla más grande)


Seguridad en el laboratorio (I)

miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Casualidad?

...16 minipreps, tedio de técnica o protocolo de laboratorio con la que extraemos nuestros preciados plásmidos de cultivos bacterianos (E. coli, por supuesto), y... otra vez, el número exacto de eppendorfs salidos del bote, ni 15, ni 17. No sé la de veces en 7 años que se me ha acabado la caja de puntas de pipeta justo con el último pipeteo, ni antes ni después. A todos nos han pasado cosa como ésta, en el laboratorio o en la calle, en casa o tomando cubalibres. Quién no a pensado en alguien, en algún momento, en una persona concreta, y justo 15 o 30 segundos después suena tu móvil y... oh sorpresa es esa persona, esa y solo esa entre los 200 números de la memoria de tu teléfono...

domingo, 6 de marzo de 2011

¿Qué me pasa, geólogo?

- Buenos días, doctor.

- Buenos d... ¡santo cielo!

- Ya estamos...

- Disculpe, pero, es que no puedo evitar preguntarle... ¿no es usted famoso o algo así?

- Sí, algo así.

- Déjeme, déjeme adivinar... se llamaba usted... ¿Comepiedras? ¡No! ¡La Masa!

- La Cosa, más bien.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Reflexiones literarias: "The boy who harnessed the wind"

Qué decir de una historia que se explica por sí misma. Cuenta este libro la historia de un sueño hecho realidad entre el hambre, la hechicería, la malaria, el analfabetismo, el trabajo de sol a sol y las críticas de los que lo rodeaban (sea todo esto "X"). Es la fascinante biografía de William Kamkwamba , un niño nacido el 5 de Agosto del 87 en Dowa, Malawi, y que se crió en la granja sus padres en Masitala, a casi 3 horas al norte de Malawi. 



El propio título se podría traducir al castellano por "El niño que aprovechó el viento", pero para un aficionado a la escalada (y profano-ísimo en la lengua inglesa) como el que suscribe, la palabra "Harness" (arnés, en castellano) implicaba algo de vida o muerte, de imperiosa importancia, una suerte de ciencia que te ata a la vida... es para mi el título pues, el mejor de los resúmenes. No quiero contar su historia (la podéis encontrar en el enlace, o en el libro), pero sí decir, que es un libro contado desde la visión de un niño, que con un detonante - su sueño - y una determinación a prueba de Holocaustos, se enfrentó a (X) y levantó un molino de viento con un generador de energía eléctrica. Todo lo hizo de la nada, de la nada intelectual y material. 

Es cierto que esta historia no se sabría o sería menos sorprendente, si la suerte (en forma de alguien con cierto conocimiento, que se echó las manos a la cabeza después de ver semejante hazaña) no se hubiese cruzado en el camino de William. Pero yo me pregunto, qué hace falta para que personas como yo, como nosotros, aquí sentados delante de la expresión social de la tecnología punta de nuestro tiempo, con el conocimiento de una educación de decenios, o a un click, y con una vida cómoda y segura, empecemos a ponerle un par de huevos al asunto y miremos más por el bien de los que nos rodean, hagamos las cosas lo mejor posible y nos nos vengamos abajo o nos quejemos tanto por gilipolleces de todo tipo, irrisorias a todas luces al compararlas con X.