jueves, 31 de mayo de 2012

Una banda de metal


Aquel rincón del citosol era un sitio especialmente tranquilo. Estaba tan alejado del núcleo como de la membrana, y apenas había tráfico. Se trataba de un espacio oculto tras un grupo de mitocondrias de pequeño tamaño, por lo que por allí nunca sucedía gran cosa; y cuando había algo de movimiento, normalmente se debía a proteínas que no deseaban llamar la atención. Y si algo no quería aquella pequeña isomerasa, era precisamente llamar la atención. Saltó del microtúbulo por el que se había estado desplazando, se encaminó con disimulo hacia una de las mitocondrias y en el último momento se deslizó por la membrana externa del orgánulo, desapareciendo de la vista de cualquier curioso. Nada más entrar en esa zona oculta, otra proteína salió  a su encuentro.


mito-em
“Se trataba de un espacio oculto tras un grupo de mitocondrias de pequeño tamaño, por lo que por allí nunca sucedía gran cosa… “(imagen)

viernes, 25 de mayo de 2012

#SinCiencia no hay paraíso

Imaginen un mundo ideal: un lugar idílico digno de las mejores promesas bíblicas. Una tierra de verdes pastos y ríos azules, donde los frutales estén siempre en flor y las cosechas, inmaculadas y jugosas, digno manjar de dioses perdidos. Un mundo donde el hombre pueda caminar erguido, libre de las enfermedades y del yugo de la tierra, libre del frío, del dolor y de la incertidumbre de la muerte. Una vez superada la simple meta de sobrevivir, pueda su mente volar lejos, hacia los rincones más recónditos de la creación. Hay música, hay poesía, hay pintura y hay arte.

Imaginen un mundo en que las madres sobreviven al nacimiento de sus hijos. En el que estos crecen sanos, fuertes, desarrollando al máximo las posibilidades que su origen les ha dado. En el que el invierno no se llevará a los niños y ancianos, en el que una rata no trae la muerte, en el que un mosquito solo chupa la sangre.

Imaginen un mundo en el que las ciudades son limpias, sin suciedad ni humo. Los vehículos no contaminan ni hacen ruido y forman parte del mismo ciclo natural, renovable e infinito que el resto de nosotros. El petróleo, el carbón y el gas largo tiempo olvidados.

Imaginen un mundo en que el hombre ya no tiene barreras. En el que los hijos no heredan los pecados de los padres, ni tampoco sus enfermedades. No hay asma, diabetes, ni enfermedades de transmisión sexual. Todo el mundo es libre de amar y ser amado, sin temor al pasado, al futuro o a la herencia. Un mundo en el que todos podemos tener hijos con la persona que queremos, independientemente de su raza, salud o incluso sexo.

lunes, 21 de mayo de 2012

JoF #4: Pasen y lean

Estimados lectores, lectoras y lectoros: de nuevo me dirijo a vosotros de manera concisa y breve. Sé que lo que os gusta son esos posts interminables, farragosos y llenos de tontadas que se tienen que leer en varias veces, cuando no se dejan a medias por calambres en el dedo que gira la ruedecita del ratón. Pero como comenté en el somero y aburrido post-aniversario, últimamente ando cerca de la saturación blogueril y prefiero optar por mantener buen ritmo de actualizaciones a riesgo de disminuir la originalidad de algunas entradas. ¡Mas no temáis! Todo esto se debe a que están sucediendo muchas cosas, y hay que dedicarles un tiempo importante. La buena nueva es que a pesar de todo sigo teniendo en la recámara historias surrealistas como la del otro día, reflexiones post-Stas, así como continuación de algunas historias pendientes (no me olvido del Diario y Banchsinger tiene una saga de ciencia ficción a medias).

miércoles, 16 de mayo de 2012

Casi como en casa

A lo largo de todas sus encarnaciones - de las que recordaba, al menos - se había sentido siempre fuera de lugar. Nunca había sido capaz de entender qué necesitaba para sentir que pertenecía  a los lugares por los que pasaba, pero estaba seguro de que había algo en su interior que le avisaría cuando, por fin, estuviese allí donde pertenecía. Una especie de memoria primigenia, una memoria abstracta y metafísica, que a diferencia de la compleja memoria de los seres vivos, consitía únicamente en una extraña resonancia consciente entre sus cadenas de azúcares y fosfatos unidos por bases nitrogenadas. Esa memoria le decía "este no es tu sitio", y por más que siempre encontrase a su alrededor complejos proteicos familiares, fosfolípidos de membrana y enzimas replicadoras muy parecidos a otros que tal vez había conocido... de algún modo sabía que nunca, nunca eran los mismos con los que una vez compartió un hogar. 

viernes, 11 de mayo de 2012

¡Y ya van tres, Jindetrés!

Sí amigos, es lo que estáis pensando: nuestro amado blog científico-lúdico cumple nada más y nada menos que 3 añazos. En términos blogueros esto no es moco de pavo (asquerosa expresión, ahora que me paro a pensarlo…), y la verdad soy el primer sorprendido de que aquellas tímidas entradas sin mucha idea de hacia dónde se dirigiría todo esto hayan continuado durante todo este tiempo, y además con cierta regularidad.

Todos los años he soltado un rollo más o menos sentimentaloide, recapacitando acerca del sentido de esta actividad, agradeciendo a todos los que la hacen posible, y preguntándome cómo seguirá en el futuro. El año pasado fue especialmente elucubrante y reflexivo, máxime cuando no fui el único que celebró el cumpleaños con sus meditaciones sino que además invité a los demás redactores Banchsinger y Pablunchu a que expresasen su opinión al respecto.


TercerAniversario
Quién mejor que el auténtico Jindetrés (y no su versión literaria y villanesca) para agradecer a los lectores que sigan interesados en su mundo surrealista y científicamente imposible.

Pues bueno, no es que este año no tenga motivos para reflexionar, agradecer ni imaginar; simplemente, no tengo tiempo. Porque mientras leéis estas líneas, yo estaré en Alicante asistiendo a un evento científico llamado Street Alicante Science, Stas para los amigos. Se trata de una especie de feria de la ciencia, un festival de varios días en el que los que participamos intentaremos aportar nuestro granito de arena para que la Ciencia llegue al público general, para que se la conozca un poco más, para que se sepa de qué va esto  y cómo de divertido puede ser. No es una tarea fácil y nadie sabe cómo va a resultar, pero por lo pronto se han organizado experimentos en la calle, charlas de toda índole, y un largo etcétera. Espero contaros con abundantes detalles el resultado de la experiencia, a mi regreso. Por lo pronto adelantaros que participaré en una actividad llamada Speaker’s Corner, en mi faceta de redactor de Journal of Feelsynapsis, dando una microcharla de diez minutos junto a mis compañeros. También he colaborado un poquito en la organización de una actividad por parte de Hablando de Ciencia (en realidad toda la faena la ha realizado el compañero @acausapie, yo sólo puse la idea), equipo que también asiste al evento y además que ha participado muy activamente en la organización de un gran porcentaje de las actividades que allí tendrán lugar.



Podéis seguir las actualizaciones del evento en el blog oficial y en la página web.

Como veis, este último párrafo en sí mismo demuestra de algún modo todo lo que el blog y su evolución ha supuesto, al fin y al cabo: he acabado embarcándome sin comerlo ni beberlo en una serie de iniciativas de divulgación científica, cosa en absoluto planeada en un principio, y las cuales me están  reportando una serie de experiencias y satisfacciones que nunca hubiera previsto. También esto sirve para constatar lo que ya adelanté el año pasado: cada vez dedico este rinconcito a lo que más me gusta, escribir historietas y relatos donde la ciencia se oculta bajo múltiples disfraces, mientras que mis intentos de aprender a explicar conceptos científicos a un público no formado en estas materias, quedan relegados principalmente a mis artículos (y tebeos) en la revista Journal of Feelsynapsis y mis aportaciones (más o menos) mensuales a Hablando de Ciencia.

En fin, tenía muchas cosas pensadas para este aniversario, pero creo que está sobradamente demostrado que no doy abasto. Así que en cuanto pase esta vorágine, retomaremos el ritmo habitual con algunas sorpresas que tengo en la recámara. Hasta entonces, expresar mi más sincero agradecimiento hacia todos los que nos seguís leyendo habitualmente. Este último año me he llevado muy gratas sorpresas al respecto, y por más que me cueste a veces dedicar el tiempo necesario, saber que hay gente que aprecia estos desvaríos me inspira de una manera muy especial.

Así que tranquilos, habrá Jindetrés para rato.

martes, 8 de mayo de 2012

La soberbia del erudito


Mucho se ha hablado, también hemos hablado aquí, o se hablará en la prometida campaña por Internet en contra de los recortes en I+D acerca de los problemas que la ciencia en nuestro país y en nuestros días.  Uno de los graves, en la raíz misma del desastre, la debacle y el descalabro del I+D patrio es que el público en general no sabe el qué, el cómo y  el porqué de la ciencia, no la entiende y no piensa en ella y por tanto, no la reclama (aparte de que los gobiernos y sus secuaces padezcan sordera, ceguera y avaricia crónica, durante más de 25 años).
Muchos se dieron cuenta, otros los hemos secundado, de que la culpa no era solo de la gente, que no se preocupa por aprender la ciencia, sino también de los científicos que no se preocupan por compartir entendiblemente su conocimiento. De ahí nació, aparte de por el gusto, la divulgación científica. A título personal ya expliqué en su día cuáles fueron mis motivaciones para hacer cuatro pinitos y algún que otro conato de intento explicativo de la ciencia a la que me dedico...

Este es el mea culpa de la parte que nos toca.