domingo, 30 de junio de 2013

Vivir sin ciencia no es mi problema, es el de todos

El pasado 14 de junio los investigadores salimos a protestar, sí, otra vez, por la situación de la I+D en nuestro país. Aunque no fue una movilización tan multitudinaria como la anterior (al menos a nivel de Valencia), sí acudieron bastantes medios de comunicación de prensa escrita, radiofónica y televisada. En el lugar de los hechos tuve la oportunidad de expresar mi opinión y mi punto de vista al respecto de la situación de la investigación frente a los mentados medios, al igual que muchos de los compañeros que allí nos manifestábamos. Y de mi interacción con estos medios, una vez visto en qué han quedado las palabras que transmití, extraigo una serie de conclusiones que voy a intentar poner por escrito, más que nada porque esto me ayuda a reflexionar aún más, y por desahogarme un poco. 

A pesar de soltar un rollo considerable, haciendo hincapié en por qué la investigación, la ciencia y la tecnología son los pilares de nuestra sociedad y están tambaleándose ante el desprecio y la indiferencia de políticos, ciudadanos y de los propios científicos (sí, hay que dar palos a todo el mundo y en este post no se escapa nadie), no sólo me insistieron en que contara en qué me afectaban los recortes "a nivel personal"; sino que cuando se han puesto por escrito o televisado dichas declaraciones, es éste y precisamente este el único fragmento de toda mi diatriba que ha trascendido: que si me quedan pocos meses de contrato, que si mi investigación en concreto puede quedar totalmente detenida, que no hay buenas perspectivas a la vista... Cuando las cámaras/micrófonos se centraron en mis compañeros más jóvenes, lo que trascendió fue lo mismo: Aquí no hay nada, habrá que irse... Me tengo que ir a hacer la tesis fuera, aquí ya no hay ni becas... No sé, si me voy, si podré volver...

El minuto de gloria de Dr. Litos. Todavía está esperando que lo llamen de Sálvame.



Esto es un drama, obviamente. Es un drama personal. Mío, de los demás compañeros entrevistados y no entrevistados, de casi todos los que hacemos ciencia y vivimos de ella. Me parece fantástico que esto llame la atención y que sea motivo de entrevistas. Pero la cosa va más allá. Es mucho más seria. Y me da bastante rabia, que para la mayoría de la sociedad (tanto los periodistas que cubren los hechos como los espectadores que ven/leen las noticias), lo que trascienda sea que los recortes están jorobando la vida laboral y personal de los investigadores. Faltaría más, igual que cualquier colectivo se queja de que su forma de ganarse la vida está en peligro, estamos en nuestro pleno derecho y es una vergüenza en toda regla... ¡pero hay más! ¡Hay mucho más!

Que la ciencia esté al borde de la extinción, no sólo afecta a mi trabajo, al de mi alumno de doctorado, al de mi compañera recién doctorada que se va a Alemania. Nos afecta a todos. Te afecta a ti, que lees estas líneas, seas quien seas. Afecta al periodista que sostiene el micrófono. Porque la ciencia no puede pararse un poquito y seguir avanzando luego, no. Si no avanza, la ciencia se hunde. La situación de nuestro sector de I+D es tan grave que toda la ciudadanía debería salir a manifestarse igual que muchas veces lo ha hecho por la educación o por el sistema sanitario, por poner ejemplos facilones. 

En el fondo, que a mí se me acabe el contrato es mi drama, pero los que trabajamos en investigación hemos aprendido muy pronto a sobreponernos a las situaciones más difíciles: en estos años me he formado mucho, muchísimo, he aprendido más de lo que jamás imaginé, y no sólo de biología molecular y bioquímica. He aprendido a trabajar y a estudiar al mismo tiempo, a hacerme preguntas, a encontrar respuestas, a trabajar en equipo, a enseñar, a dirigir, a ser dirigido, a cumplir objetivos... a aprender. Tengo una experiencia que me valdrá allá donde vaya, sea un nuevo laboratorio, en este o en otro país, sea en una oficina de cualquier otro trabajo o sea como acomodador de cine (no es un ejemplo gratuito, ya tengo experiencia en eso; esa historia ya la contaré otro día). Y esto que estoy diciendo no es nuevo, mucha gente lo sabe y por tanto el incidir en nuestro drama personal del momento no hace sino reforzar la idea de que el investigador es alguien que está continuamente renovándose, migrando, completando su formación. La mayoría de la gente no ve ningún drama en esto, "bueno, son gente muy formada, seguro que no tendrán problema en encontrar algo pronto. Además, es muy bueno ver mundo, y tal y cual". Lo que se consigue así es desviar la atención del auténtico problema, crear una cortina de humo en la que todo nuestro drama se traduce en unos cuantos comodones que lo que quieren es asegurar su modo de vida actual. Claramente esto lo piensa la gente que no sabe lo sacrificado que es trabajar en investigación, pero tampoco vamos ahora a hacernos los mártires con eso. 

Así que, periodistas y demás ciudadanos: aunque agradezco su preocupación, me da la impresión de que sólo interesa ver en los titulares y pantallas de TV a gente en la cuerda floja, gente a punto de perder su empleo para ilustrar un marco con el que no se está de acuerdo (o simplemente, porque eso es lo que "vende"). Y si bien esto merece ser contado, lo que se necesita de ustedes es algo más, algo más importante porque no es para mí, es para todos. Necesito que investiguen más, que se informen mejor, que limpien sus objetivos y enchufen sus micros, y que transmitan a la sociedad el verdadero mensaje. ¿Quieren titulares rompedores, noticias viscerales? Hablen de cómo será el futuro de nuestros hijos. Hablen de los enfermos que ven menguar sus expectativas de vida porque nadie va a investigar en enfermedades minoritarias. Hablen de cómo el dinero de todo un país se despilfarra formando a gente que se va a pensar, investigar y descubrir a otros países (afortunadamente, sí hay quien explica esto bien clarito, no dejen de leer este enlace). Hablen del futuro que ya no es futuro, es una realidad cercana: centros de investigación completamente equipados pero vacíos de personal, universidades envejecidas, sociedades que no saben cómo gestionar los recursos que en otros lugares del mundo están más que optimizados. Puede que ese mundo lleno de fontaneros y vacío de científicos que algunos prefieren sea el mayoritario; en ese caso, tengan el valor de hacerlo público para toda la sociedad, porque me da a mí que muchos no van a estar dispuestos a soportarlo.

 La protesta en la estación del Norte. Otra vez.

Se agradece, y mucho, la cobertura de los medios; pero se echa en falta algo más de responsabilidad y profundización en el tema. Mostrar a unos pocos miembros de un colectivo quejándose de que se tienen que marchar al extranjero o que ya no les va a pagar el Estado, es contribuir a la imagen de que somos un grupo de gente que desgraciadamente decidió estudiar demasiado en vez de hacer algo más provechoso; no pasa nada si nos vamos, qué se le va a hacer. No está el país para alimentar mentes inquietas. Este es el grave error que no sólo los medios de comunicación, sino los propios científicos seguimos cometiendo. Estamos alimentando esta falsa imagen con nuestras propuestas y nuestra insistencia en la "fuga de cerebros".  Por mi parte, me arrepiento mucho de no haber sido más claro en mis declaraciones. El problema no soy yo, ni mi contrato; el problema son los que ya no volverán, y sobre todo los que vienen detrás. Porque detrás de ellos, puede que no venga nadie. Y no porque no haya talento de sobra: nos bombardean con noticias de los excelentes jóvenes que ven negada su continuidad en el trabajo científico de calidad internacional, pero no sólo de excelencia vive la ciencia (aunque rime; ahora que lo pienso es un eslógan molón). En cada convocatoria de trabajos fin de carrera o de máster vemos constantemente gente preparadísima que sin salir en las noticias demuestra que llevan la ciencia en la sangre, con trabajos de gran relevancia y de una calidad incontestable para los que conocemos el campo. Perder esta generación de jóvenes es algo que ninguna sociedad se puede permitir, pues suya es la capacidad de hacer de nuestro trocito de tierra sobre este planeta un lugar mejor donde vivir. No sólo por su trabajo como científicos, ni por lo que puedan inventar. Por todo lo que pueden aportar como personas formadas, inteligentes, trabajadoras y entusiastas.

Leyendo el manifiesto. Otra vez.

Y si la cosa pinta mal, imaginen cómo será cuando ya no quedemos nadie. Cuando no podamos seguir mejorando nuestras condiciones de vida. Cuando nadie sepa cómo conservar nuestros ecosistemas, cómo luchar contra las catástrofes naturales, cómo anticipar el mal tiempo, cómo paliar nuestras enfermedades, cómo obtener nuevas y más limpias energías, cómo saber que nuestros alimentos son seguros y saludables, cómo seguir aprendiendo, cómo seguir enseñando, cómo saber de dónde venimos y hacia dónde vamos. Si al leer esto piensas que todo esto es demagogia pro-cientifista o una utopía intangible, es que no has vivido en nuestro mundo durante los últimos cien años. Si lo hubieras hecho, sabrías que gracias a gente como la que está harta de luchar y de quejarse, estás leyendo estas líneas en un teléfono portátil bien a gustito con tu aire acondicionado, sin preocuparte por el dolor de cabeza que te atenazaba hace unos minutos y sabiendo que en cuanto tengas hambre podrás abrir una nevera llena de alimentos nutritivos y en perfecto estado de conservación. Y todo esto son ejemplos utilitaristas, otro típico error en el que caemos los que defendemos las investigaciones. Pero hay que pensar que para que tu nevera enfríe más y mejor no sólo hace falta que algún investigador o ingeniero trabaje en ello, también ha hecho falta que miles de físicos, biólogos y expertos de otras disciplinas hayan estudiado las propiedades de la materia de los alimentos, la física de la congelación, la dinámica de enfriamiento de los gases y tantos y tantos conceptos teóricos que jamás se estudiaron pensando en tu nevera. Por desconocer esta sencilla reflexión se llega a que científicos de nuestro país que estudian los fenómenos meteorológicos de Saturno, desvelando intrigantes y misteriosas imágenes que nos hablan del universo en el que vivimos y con innumerables aplicaciones al conocimiento de nuestra propia atmósfera (publicándolo en Nature, por cierto), vean finiquitada su línea investigación por ser "poco productiva". Recientemente pasó algo parecido con un grupo entero de investigadores que trabajaban en estudiar  el mal de Alzheimer, nada menos. Alegando que la investigación no llevaba a ninguna parte, se arrancó de raíz un problema de tintes políticos y empresariales, tan descaradamente como sucedió hace unos años en Valencia en el caso del CIPF. Amparándose en estas excusas y estas interpretaciones tópicas y erróneas, los dirigentes sesgan y hieren de muerte el futuro de todos los ciudadanos, y no somos capaces de hacer ver a la opinión pública que está sucediendo, más allá de noticias puntuales y de rápido olvido que sólo sirven para criticar o lanzar una pequeña estocada al político de turno.

Lo que está pasando es muy gordo. Y todos tenemos que preocuparnos por ello. Los científicos e investigadores hablar de ello, explicarlo mejor aún, contar lo que hacemos y porqué es necesario. No se trata de justificarnos, se trata de devolver a la sociedad lo que nos ha dado. Si la ciencia y la investigación es una inversión a largo plazo, anticipemos esos beneficios y compartamos nuestras expectativas y objetivos con la gente que paga sus impuestos. Es simplemente, responsabilidad. Y a los periodistas, les pido por favor, vayan más allá del drama personal y de la injusticia anecdótica. O al menos, junten todo eso y extraigan conclusiones que parecerán realmente dramáticas, porque lo son. No hace falta poner nombre ni apellidos: las víctimas, somos todos. Toda la sociedad. 


El mismo día el compañero de laboratorio Arnaud (en la foto a mi lado) y yo mismo conseguimos publicar un brevísimo artículo de opinión en el diario Levante, que pueden leer aquí.

He tardado mucho tiempo en publicar este post. Mientras tanto, se me ha ido pasando el cabreo inicial, han ido saliendo otras noticias que he ido incorporando en los enlaces, y finalmente he decidido que todo esto puede tener igual validez nada más terminar una protesta, que meses después. Porque todo sigue igual y posiblemente vaya a peor. Así que aquí queda todo esto, esperando que tal vez a alguien le sirva para reflexionar. Por mi parte voy a intentar en próximas entradas escribir más sobre mi trabajo en investigación, trabajo del que estoy orgulloso y que estoy seguro consigue aportar un granito de arena en hacer que nuestro mundo sea cada vez un poquito menos misterioso, y por ende, mejor. Ahora que me hallo próximo a un  nuevo punto de inflexión laboral, es tal vez el mejor momento para hacer una retrospectiva. 

Seguiremos informando.

ACTUALIZACIÓN: la entrada ha sido enviada a Menéame, agregador de noticias. Puedes votarla para ayudar a que llegue a portada pinchando aquí.

30 comentarios:

  1. Suscribo todo cuando expones en el post. A mi también me entrevistaron y lo único que me preguntaron fue sobre mí. A pesar de que me extendí en la contestación y hablé de la situación global (lo que realmente importa) no sacaron más que una frase y no precisamente la más relevante...
    Al ver las imágenes, mi padre (ajeno al mundo científico) me dijo que debería haber hablado de la sociedad en conjunto, no de mí. Y mi reacción, obviamente, fue de resignación. Fue cuando me di cuenta de que poco podemos esperar de los medios convencionales. Lo que tengamos que decir nos toca difundirlo nosotros mismos para evitar manipulaciones, como bien haces tú en tu blog :)

    Por cierto, enhorabuena, hace tiempo que te leo y me parece muy interesante lo que escribes ^^
    Visto lo visto, a lo mejor me uno al club de los bloggers.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Paula, veo que viviste exactamente lo mismo que yo. Me alegra mucho que te guste esta locura de sitio, siempre serás bienvenida. Y ojalá te unas al club, nunca habrá suficiente voces como verás que se nos critica por ahí abajo. Si necesitas cualquier cosa de los blogueros viejunos, aquí estamos pa' lo que sea.

      Eliminar
  2. 1/2
    Nos hemos vuelto (o siempre hemos sido) demasiado individualistas, y así nos va. Leer este post, que me ha gustado mucho, me ha recordado a aquella iniciativa de 2009 iniciada por un célebre gurú de internet quejándose de que la ciencia en España no necesitaba tijeras, cuando llegó el primer recorte. No sé si recordaréis que en las redes tuvo bastante repercusión. Yo incluso llegué a creer (qué inocente era en aquellos tiempos) que gracias a internet la percepción social de la importancia de la ciencia podía enriquecer la afluencia de la manifestación que iba a tener lugar en Madrid unos días después, (con ciudadanos no necesariamente científicos de profesión).

    Llegó el día de marras y los que nos manifestamos, con batas y camisetas naranjas, fuimos los mismos de siempre, los que nos habíamos quejado por los retrasos de las becas FPU y demás perrerías (de risa comparado con lo que llegaría después).

    En su momento me cabreó que pese a la facilidad de darle al ratón en las redes sociales, la gente no estuviese dispuesta a hacer nada más. Cuando digo esto enseguida surge el debate de si las manifestaciones sirven para algo o no. Sin querer entrar en ello en profundidad, yo lo que siempre respondo es que llega un momento en el que es una cuestión de dignidad, de expresión. Incluso aunque fuese seguro que nada vaya a cambiar, yo necesito expresar públicamente lo que me parece y me parece inmoral que la inactividad del individuo se traduzca en "normalidad". Dicho en otras palabras: manifestarse quizá no sirve para nada, pero si no estás dispuesto ni siquiera a salir a la calle un par de horas por una causa, dudo mucho que estés dispuesto a hacer nada. Es útil como indicador, con todos los peros que se quieran añadir, pero lo de llorar en el bar todos lo hacemos muy bien.

    En los últimos años hemos visto ese patrón repetido muchas veces: manifestaciones de muchos individuos que se queja por lo que les toca, pero cierta incapacidad de unir todo el desencanto y la frustración de una sociedad completa, una protesta de muchas dimensiones y de gran calado. Es más, cuando surgió una protesta colectiva que muchos estábamos esperando (con todas sus imperfecciones), pasaron dos cosas muy curiosas. La primera: la domesticación por parte de los medios de comunicación, que incapaces de interpretar lo que estaban viendo, veían necesario hacer taxonomía, clasificar, nombrar, encajar en un esquema prefabricado. Nunca me gustó eso de "indignados", o ni siquera lo del "15m", como un intento de etiquetar a un conjunto heterogéneo de gente que estaba hasta los cojones.

    La segunda consecuencia, fiel imagen del cainismo nacional, fue la de la multiplicación de los cínicos, que a pesar de estar también hasta los cojones del colapso de su país y de las mentiras y abusos de las élites, arrugaron la nariz y miraron por encima del hombro a la única respuesta digna y espontánea que esta ratonera de país había sido capaz de parir hasta entonces.

    Ahí tienes los dos elementos que viviste el otro día: medios que no saben profundizar, que sólo buscan el titular del aquí y el ahora (preparan packs de consumo de información, cada vez más cortos y vacíos), y sobre todo nuestra incapacidad de ver el problema de forma colectiva, el problema del cual la ciencia es sólo una de sus múltiples manifestaciones, con su propia importancia y su propia ristra de dramas personales y colectivos.

    ResponderEliminar
  3. 2/2
    "Mostrar a unos pocos miembros de un colectivo quejándose de que se tienen que marchar al extranjero o que ya no les va a pagar el Estado, es contribuir a la imagen de que somos un grupo de gente que desgraciadamente decidió estudiar demasiado en vez de hacer algo más provechoso"

    Ahí le has dado. Es un desafío justificar la ciencia pública con la que está cayendo, pero es necesario intentar que la gente comprenda que formamos parte de esa apoptosis nacional que nos lleva al desastre. A la vez tenemos que hacer un ejercicio de no limitarnos a mirar el ombligo de nuestro problema individual y comprometernos con la causa colectiva, como nos gustará que haga el ciudadano medio con la nuestra. Bien hecho, doctor, no te desanimes si sólo querían un titular y tu testimonio estereotipado de "joven científico": uno tiene que hacer lo que está en su mano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como casi siempre, consigues captar la esencia de mis posts como si los hubieses escrito tú. El tema central es la falta de claridad respecto al problema, la desunión, la incapacidad para transmitir la importancia del asunto por parte tanto de los implicados como de los que lo transmiten a la sociedad. Al menos quiero pensar que muchos nos hemos dado cuenta y estamos empezando a luchar contra ello, ojalá se cree un efecto dominó y pronto todo sea más cristalino, es la única forma de buscar soluciones. Gracias por la elaborada reflexión amigo.

      Eliminar
  4. Tremenda y muy necesaria reflexión, como siempre Dr.
    Creo que la manifestación y las manifestaciones que se están desarrollando en los últimos años sirven de muy poco. Muchos de nuestros semejantes siguen pensando que manifestar la inconformidad no sirve de nada, los medios no entienden o no quieren transmitir la realidad de lo que se pide (al fin y al cabo viven en parte de subvenciones del estado y no les interesa? además del corte político de muchos de ellos (sino todos). La sociedad en general no entiende el problema, nosotros no somos capaces de transmitirlo y cuando lo hacemos... a veces no nos retransmiten.

    Es triste, muy triste. Pero quien se preocupa por el despido de unos pocos investigadores cuando en tu casa no entra un euro desde hace meses, quien piensa en la economía de un país, en la bolsa, en mierdas varias cuando tu familiar está en una situación desesperada, pierde su casa, sufre una enfermedad que tarda meses en tratarse por los recortes... en fin, en parte entiendo que la gente solo se preocupe por el drama personal... aunque lucho para que no sea así.

    Sin embargo, este mismo fin de semana he visto un atisbo de luz. En el pasillo del hospital escuché a 4 personas (de edades y clase social claramente distintos) hablando de la crisis, los recortes, etc. Entendían perfectamente que no era admisible el recorte en ciencia, sabían perfectamente que sin ciencia las cosas se paran. Hacían comentarios del estilo "Yo no entiendo mucho, pero me imagino que si una investigación que lleva 15 años desarrollándose... estaba a punto de conseguir buenos resultados... si se recorta, no se acaba y se van al traste todos los años invertidos. Y los que investigan esas cosas pues se irán fuera... que eso es lo de menos, lo importante es que ya no queda en el país, se va, y luego habrá que pagarlo a precio de oro para que vuelva... al final, es la pescadilla que se muerde la cola" (Todo esto en un granaíno mu profundo y castrojo... pero con grandes verdades de por medio).

    Lo que intento decir es que no todo está perdido, debemos seguir luchando, divulgando, poniendo en valor lo que hacemos y porque lo hacemos y que lo de menos es nuestra situación personal. Lo grave es que dentro de poco la investigación no la haré ni yo ni nadie.

    Ánimo y a seguir luchando compañeros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Oskar por este apunte, también creo que poco a poco se va cambiando la percepción social. En mis círculos también noto cómo cada vez leen más mi blog y mis artículos en otras plataformas, los agradecen y entienden cada día mejor mi trabajo. Reconforta pensar que hay luz al final del túnel. Un abrazo compañero.

      Eliminar
  5. Genial

    Todas tus reflexiones me las llevo de golpe a mi sector: "Educación". Muchos (la gran mayoría) no entiende que los verdaderamente perjudicados son nuestros hijos.

    Y todos los días, cuando me miro al espejo me repito, como es posible que no se den cuenta que en mis 16 años de experiencia tengo una formación compleja que me ayudará a buscarme las castañas de una manera u otra.

    Un gran post

    PDT. Solo fallo en una cosa: el inglés. Atención pregunta ¿a qué dedico el tiempo libre?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias JC, ciertamente todo el post se puede resumir en esto: nuestros hijos van a nacer/crecer en un mundo peor que el nuestro, si cabe; y la gente no se da cuenta, y no estamos haciendo lo suficiente por cambiarlo. Fin.

      Vaya, si lo sé no pega tal currada... :P

      Eliminar
  6. Dos comentarios:
    El primero, voy a romper una lanza por los periodistas que os entrevistaron, que quizá hicieron lo mejor para transmitir a la gente la inquietud sobre el futuro de la ciencia. En psicología existe el término "identifiable victim effect" por el cual es mucho más fácil crear una respuesta empática en la gente con testimonios de personas con las que se puedan identificar y consecuencias inmediatas que mediante datos estadísticos o problemas (por mucho que vayan a ser increíblemente peores) que aún están en el futuro. Un especialista en el tema seguro que lo explica mucho mejor que yo (http://danariely.com/2008/09/26/the-identifiable-victim-effect-in-action/).
    El segundo, es que la conclusión que extraigo de todo esto es que hemos descuidado una de las patas de la ciencia: la divulgación. Que, por ejemplo, llegue al Congreso una ILP para declarar los toros como Bien de interés cultural y no medidas para proteger la ciencia me parece un indicador de lo mal que se han (hemos) hecho las cosas. Incluso desde los inicios de la carrera investigadora: se valora la tesis (que van a leer dos personas siendo generosos), publicaciones en revistas de impacto (con un publico destino superreducido), congresos (ídem) o, incluso en la faceta docente, la divulgación no tiene ningún valor. Ya lo tenemos complicado para despertar vocaciones como para implicar, ahora y de repente, al grueso de la población. Tenemos mucho trabajo por delante y los testimonios puede ser una forma de empezar. No lo veais como algo negativo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es por pensar mal de los periodistas (o más bien de los jefes que selecciona a los que montan la pieza en radio y televisión, creo que se llama "pieza" pero no tengo ni idea) pero eso del "identifiable victim effect" funcionará si tienen un ligero aprecio por la víctima pero, sinceramente, creo que los políticos han hecho muy bien su trabajo y la sociedad considera:
      · Que los investigadores solo buscan subvenciones (porque que su trabajo no sirve para nada no lo dudan en lo más mínimo)
      · Que los profesores ni siquiera se preocupan por sus hijos ya que solo quieren sus vacaciones (porque que son inútiles dando clase se da por entendido)
      · Que los médicos solo quieren cobrar y medicar mucho para tener viajes pagados por las farmacéuticas (porque para sanarnos ya está la homeopatía, la alimentación saludable...)
      · Y así un largo etcétera.

      Lamento no lanzar un mensaje positivo, pero sinceramente no creo que se busque el "identifiable victim effect". Y si lo buscan, ¡qué lo dejen de buscar! Primero hay que generar aprecio por lo que hace la víctima.

      Un saludo, y mi comentario no pretende ser polémico, es mi punto de vista.

      Eliminar
    2. Más tarde contestaré todos los comentarios, pero no quería dejar pasar tiempo sin matizar una cosa (que por otro lado, temía que se entendiese así): no es que vea esta forma de informar como algo negativo, sino más bien, como insuficiente. Entiendo perfectamente la motivación de los periodistas, y agradezco sobremanera el interés que mostraron por nuestros problemas y por todo el rollo que me dejaron soltarles. Pero luego eso no se materializa si todo queda en la anécdota. Como apunta más arriba Oskar, la sociedad ya está más que a favor de nuestra reivindicación "personal", simpatiza con el colectivo y entiende que somos necesarios. Pero no tiene toda la información a su alcance. Además de buscar la empatía, hay que ir más allá que es lo que hacen algunos periodistas que publican excelentes reportajes plagados de entrevistas y anécdotas, hay pocos, pero los hay. Respecto a lo segundo, totalmente de acuerdo y creo que somos precisamente nosotros los que hemos facilitado esta actitud periodística: cuando ellos vienen a nosotros, toman nota de lo que les contamos. Y a veces sólo vienen cuando hay pistas de drama personal.

      Mi intención era dar un toque a todos, y resaltar que el problema no suele estar bien reflejado. Creo que se puede pedir sin que sea un exceso que se profundice más en el tema de la ciencia y su problemática, pero al final parece que sólo los mismos temas "de moda" son dignos de reportajes, prime time y cosas así.

      Muchas gracias por el aporte, no quisiera que esto parezca una "bronca a los periodistas" porque bastante es que haya cobertura de estas noticias, simplemente, hay que exprimir al máximo toda visibilidad. Lanzo el desafío a ver si alguien se atreve a llegar donde no llegan los demás ;D

      Eliminar
  7. No sé que decir, doc... lo has dicho prácticamente todo... Y magnífica reflexión la de nuestro invertebrado favorito. Bueno sí, si sé que decir. Voy a decirte algo y te digo GRACIAS. Gracias, porque leyéndote a ti a muchos otros todavía creo que mantenemos algo que no hemos perdido. Hay algo que no nos pueden quitar estos demonios ¿Sabes a qué me refiero, doc? Que te lo cuente el amigo Sandman:

    "Demonio: Muy bien. Yo muevo primero... Soy un lobo solitario, merodeador, asesino.
    Sueño: Soy un cazador, a caballo, caza lobos.
    Demonio: Soy un tábano, enemigo de caballos y cazadores.
    Sueño: Soy una araña de ocho patas, comemoscas.
    Demonio: Soy una serpiente, devora arañas, venenosa.
    Sueño: Soy un buey, pesado, aplasta serpientes.
    Demonio: Soy un antrax, bacteria destruye vidas.
    Sueño: Soy un mundo en el espacio, dador de vida.
    Demonio: Soy una nova que explota... quemando mundos.
    Sueño: Soy el Universo... abarco las cosas, abrazo la vida.
    Demonio: Soy la antivida, la bestia del juicio. Soy la oscuridad al fin de todo. Fin de universos, dioses, mundos... de todo.
    ¿Y qué serás tú, soñador?
    Sueño: La Esperanza
    Demonio: Oh, pues yo soy, sss, yo... yo... no lo sé."

    Salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Levántome el sombrero ante semejante comentario, uno de los más impresionantes que me han dejado nunca. Sabes tocarme la fibra, bribón ;D

      Gracias pero lo curioso es que gente como tú sois los que me habéis inspirado a mí para lanzarme a contar todas estas cosas, creo que si hay esperanza es precisamente porque muchos de nosotros estamos intentando cambiar algo, aunque sea pequeñito (uououo).

      Un saludo amigo!

      Eliminar
  8. Increible el post como siempre pero lo tienen todo mas que previsto. Cuando el colectivo de fontaneros para seguir con tu ejemplo hace huelga todos los ciudadanos lo sufren al igual que en transporte o cualquier servicio parecido por lo que la gente se lleva las manos a la cabeza porque su vater pierde agua o no pueden ir a trabajar. Con los investigadores ocurre algo diferente, se precisa formacion para descubrir que sin avances cientificos una sociedad se estanca. La sociedad piensa, bueno ya lo descubriran otros en cualquier lugar o aun llendo mas allá ni se plantean que todo, desde tratamientos en sanidad como una television en sus casas vienen del I+D. Por eso digo que esta todo pensado, la educacion disminuye o en el caso mas actual restringen su acceso,0, España será un pais de mentes en OFF quensolo se plantearan el trabajo como algo para conseguir un sueldo e incapaces de plantearse los trasfondos de una No investigacion.

    ResponderEliminar
  9. Toda la razón. Yo mismo caigo muchas veces en la tentación de reducirlo al caso individual, de pensar que con la ejemplificación de los dramas personales se "llega" más, y no: es un problema para toda la sociedad. O empezamos a percibirlo así (y ello sólo se consigue con posts como este y mucha educación) o lo llevamos crudo, pero crudo de verdad.
    Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente, tampoco quería que pareciese que los testimonios no son necesario, como ya he comentado por abajo la cosa es que hace falta mucho más. Gracias por comentar.

      Eliminar
  10. Desde el punto de vista de alguien para el que el problema no es algo "individual", los casos personales ayudan a poner cara al problema, pero si es cierto que falta una concienciación de la sociedad. Por ejemplo, la iniciativa de la ciencia no necesita tijeras fue muy buena y ayudó a concienciar a mucha gente, pero hay que reconocer que un problema de los blogs de ciencia es que somos un pelín endogámicos, así que en ocasiones necesitamos que aparezca el individuo para que la sociedad se identifique con el problema. Y luego está el problema de la gente que piensa que la ciencia es un grupo de científicos locos malgastando el dinero.... pero lo hace posteando desde su smartphone y quejándose de que todavía no tiene 4g. Vamos, que como dice el profesor en Frankenwenie, a la gente no le gusta la ciencia porque no la entiende, pero si que le gusta lo que produce.

    Sin I+D volvemos a la españa del motín de Esquilache, así que modificad vuestras batas para que podáis embozaros en plan drácula y proveeros de un buen sombrero de ala ancha, volvemos a la España más negra.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente la endogamia afecta incluso a la divulgación. A veces me descorazona ver que nos perdemos en absurdos elitismos y en divulgar para nosotros mismos, que está bien para echarse unas risas haciendo chistes científicos o compartiendo trabajos de nivel alto entre nosotros, pero hace falta más didáctica y más apertura.

      Eliminar
  11. Todos dicen llamarse científicos pero poco hacen ciencia.

    ResponderEliminar
  12. Entiendo el mensaje, pero no interpreto así la situación. Creo que es un error categorizar a la ciencia como unidad, cuando lo que hay son disciplinas científicas. Cada cual con sus intereses y finalidades. Y en esto precisamente hace falta ser transparente. Se hacen necesarias explicaciones de la situación de la ciencia en el mundo en el que vivimos, y la relación con la sociedad y los fondos que se emplean por parte de los ciudadanos o privadamente. Hay que justificarlos. Decir que vivimos mejor que hace 100 años, sin investigación el progreso se para, o que no es ninguna utopía mientras lees esto que estás con el portátil y el aire acondicionado. Pues me resultan argumentos insuficientes y hasta pueriles. Quizás no es lo mismo una cura a una enfermedad que un gadget tecnológico. Que porque no se subvencione públicamente la investigación se pare es bastante discutible también. La ciencia en sus investigaciones pone atención en su justificación interna pero a menudo descuida con argumentos justificarse de manera externa o ser pedagógica y rigurosa para llegar a la sociedad. Se pide un compromiso que no se está dispuesto a dar o se descuida. A veces por cierta soberbia, intencionada o no, de superponerse a la sociedad en su conjunto, donde se realiza esta labor científica y hacia la que va dirigida. Al fin y al cabo el trabajo que realizáis es como cualquier otro, buscar la solución a un problema. Ni siquiera esto lo transmitís con propiedad. De manera que cualquier profesión será mejor vista. Pero si paradójicamente vuestra labor es la de buscar una solución a un problema común, a diferencia de un fontanero que busca una solución a un problema particular, entonces vuestra labor es doblemente importante por el progreso y bienestar que nos proporciona, de manera que se justifique ser mantenida por todos los ciudadanos. Si es así, habrá que explicarlo y ser transparentes. Porque claro el ciudadano ve que investigación, I+D… muy bien, ¿qué es esto?, ¿de qué estamos hablando? ¿Tengo que mantener investigaciones que luego den beneficios privados? Porque entonces ya no parece que esté tan claro que la investigación sea “necesaria” de ser mantenida con fondos públicos. Estoy apuntando hipotéticamente al hecho,-dado qué no conozco qué se investiga con fondos públicos en España- de que a priori no parece lo mismo investigar una cura de una enfermedad que mejorar un GPS o un nuevo smartphone, al menos me faltarían razones para compararlo con algo que ni siquiera utilizo y que de querer utilizar tendría que pagar en el mercado de bienes y servicios.

    Evidentemente los ciudadanos y los medios buscan la noticia que resulte empática, y con esto se cae en la banalización, pero en ausencia de un conocimiento común y una pedagogía por vuestra parte no podéis exigir más. Que la sociedad esté aborregada y que solo se moleste por los frutos del trabajo científico, de ser esto así absolutamente, aunque me resulta parcialmente cierto, ¿qué estáis haciendo porque deje de serlo? Pues al igual que nadie puede investigar por vosotros, nadie puede transmitir mejor que vosotros vuestra labor. Luego además, cuando hay programas de divulgación en programas como Redes o alguna cosa experimental en el Hormiguero y se leen muchos comentarios negativos acerca de la divulgación o de esa forma de divulgación, pero luego pocos están dispuestos a hacerlo.

    Debería servir el ejemplo de los ‘indignados’ en España, cómo han hecho que la política se convierta en una preocupación en España y no resulte indiferente ni a la ama de casa.

    ResponderEliminar
  13. Y la pregunta más directa que tiene que ver con la transparencia, es qué se ha investigado en España con fondos públicos que haya repercutido en el bienestar de sus ciudadanos con las investigaciones científicas. Estas cuestiones deberán ser abordadas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Curioso que se critique el fracaso de comunicación sobre la importancia de la ciencia para la sociedad justamente en un foro que se dedica precisamente a hacer llegar la ciencia a cualquier tipo de persona. Es cierto que este es un campo descuidado y a menudo menospreciado por los propios científicos, que han vivido y viven mucho en su propia burbuja, y como el propio autor del post indica, hace falta una autocrítica dura. Por suerte esto parece estar cambiando tímidamente y proliferan las oficinas de cultura científica en universidades y otras instituciones. No me extrañaría ver pronto, como ocurre en otros países, que cada proyecto de investigación solicitado a las arcas públicas deba ir acompañado de un plan divulgativo y de una justificación de qué aportará a la sociedad. Bienvenidas sean, aunque lo más probable es que el cambio venga por la natural sustitución generacional, si es que llega a producirse.

      Ahora bien, no tengo yo muy claro que haya ningún problema con considerar a la ciencia como una unidad a la hora de justificarla. Más bien diría que si hay un obstáculo para hacer que la población en general aprecie más la investigación científica este puede ser lo poco que está valorado el conocimiento y el estudio por una gran mayoría de españoles. ¿Cómo cambiar eso? No sé si hay respuesta fácil. A la hora de justificar, es tentador tirar por la relevancia de la ciencia aplicada (medicina, tecnología, etc), pero el desafío es más complejo, porque quedarse en el "para qué sirve" es reducir la ciencia a los parámetros de oferta y demanda, y al igual que la sanidad o la educación, a la inversión en conocimiento en general y a la ciencia en particular tiene que valorarse a largo plazo y desde una reflexión sobre qué tipo de sociedad queremos. Si sólo es justificable la investigación que te va a dar la patente de una medicina o de un nuevo chip, no habría sitio para la investigación científica básica (por no hablar de investigación histórica, etc). Este tipo de investigación depende casi inevitablemente de inversión pública y debe ser justificado por un entendimiento y valoración positiva del conocimiento. Por eso, si muchos países (pese a ser esencialmente neoliberales) son capaces de financiar investigación básica mediante agencias públicas y mantenerse además como líderes mundiales en esas disciplinas es porque quizá se ha conseguido que haya un aprecio colectivo suficiente a este tipo de trabajo.

      Eliminar
    2. Vaya, se me ha adelantado Copépodo pero efectivamente mi primera reacción para Anónimo era precisamente decir que una de las intenciones del post era precisamente poner sobre el tapete el problema a que nos enfrentamos, asumiendo que la propia comunidad científica estamos fallando a la hora de devolver a la sociedad la inversión que hace en nosotros. Porque si bien no podemos ofrecer, en muchos casos, beneficios inmediatos o cuantificables en el momento actual, sí deberíamos saber anticiparlos o presentar el fruto de nuestro trabajo para que haya constancia de lo que se está haciendo con la inversión de los ciudadanos. Y creo que el hecho de que sitios como este blog, que se creó como un mero divertimento totalmente personal y endogámico, se haya convertido en un foro donde se pone en evidencia los defectos del mundo de la ciencia, tanto como sus virtudes, demuestra que ya se está operando un cambio en muchos de nosotros y en nuestra forma de interpretar lo que entra dentro de nuestra labor como científicos. Cada vez ponemos en marcha más iniciativas y estrategias de divulgación y difusión de la ciencia, y si indagas en el blog, las pestañas y enlaces verás que muchos nos estamos moviendo mucho por dar a conocer nuestro trabajo.

      Creo sinceramente que el cambio de mentalidad que muchos mencionan pasa por las nuevas generaciones, nuestra labor puede ser más beneficiosa si conseguimos enseñar a los jóvenes qué es la ciencia (en todas sus acepciones, pero ciencia al fin y al cabo) y cómo puede ayudar a una sociedad, poco a poco sentaremos las bases para una sociedad más capaz de responder a todo tipo de problemas en el futuro. Cuando exista el tejido social suficiente, se verá que un entramado de instituciones tanto públicas como privadas sustentadas sobre iniciativas científicas pueden ser fuente de empleo y conocimientos, de modo que pocos cuestionarán si tal ayuda es pública o si en tal sitio se hace ciencia básica y aplicada. Para todo esto falta mucho, pero las cosas se empiezan desde abajo y criticar el sistema público o la ciencia básica "en general" no ayuda nada. Debemos solventar los MUCHOS, muchísimos problemas que tenemos en cuanto a financiación, gestión de recursos (humanos y económicos), y un largo etc pero si no nos ponemos manos a la obra desde ya mismo, mostrando las virtudes de la ciencia y lo que puede conseguirse con ella, tomando como ejemplo otros países donde ya se está funcionando mucho mejor que aquí, pues no conseguiremos nada.

      Creo que estamos al principio de algo, a pesar de todo lo que va mal. Hemos visto que la gente no sabe lo que hacemos, y nos hemos puesto las pilas. También creo que hablar de empresas e iniciativas privadas es perderse en los detalles cuando la idea básica a transmitir es que el conocimiento es la base de todo: no hay GPS sin conocimientos de física, ni hay electrónica alguna sin conocer el comportamiento de los átomos. Parece una perogrullada pero cuando cierran una línea de investigación que NADIE sabe qué tipo de conocimiento va a producir porque es impredecible, a mí se me cae el alma a los pies de pensar en lo que estaremos perdiendo.

      Gracias por tu comentario, y espero que tu opinión de que no estamos haciendo nada por intentar cambiar la percepción de la ciencia cambie un poco, yo soy más de ofrecer contenidos que considero buenos (lo intento, al menos) antes que criticar otras iniciativas como las que mencionas, de hecho estoy seguro de que a la gente le encantaría disponer de espacios científicos de calidad pero lamentablemente no hay muchas alternativas y no es que sea precisamente fácil compaginar el crear algo así con las labores de investigación. Pero todo se andará.

      Eliminar
    3. Respecto a la transparencia en concreto, estoy de acuerdo; nadie se ha preocupado hasta ahora de obligar a que se justifique o explique la inversión pública. Pero coincido de nuevo con Copépodo en que esto está cambiando y pronto será obligatorio. Respecto a la inmediatez de la repercusión... de nuevo, esto es imposible de justificar; se requiere que la sociedad aprenda a valorar el conocimiento en sí mismo, tal vez debamos retrotraernos al pasado y enseñar a las nuevas generaciones cuánto ha beneficiado investigaciones pasadas a nuestro mundo actual. Creo que las acciones conjuntas entre investigadores y docentes, en este aspecto, serán fundamentales. De todas formas, si uno indaga un poco se puede investigar en qué se invierten los recursos, cogiendo por ejemplo la web del CSIC e indagando en los centros activos y proyectos en marcha ya se puede tener una idea, auqnue sería necesario que esto fuese fácilmente accesible para cualquiera, lo cual es algo a mejorar sin duda.

      Eliminar
    4. Gracias por vuestras respuestas. Coincido totalmente que el valor del conocimiento se justifica siempre por sí mismo y que no es algo cuantificable. Imperan los valores de la rentabilidad y de lo práctico, pero no del conocimiento. Aunque quizás algo está cambiando... Gracias a las nuevas tecnologías y al esfuerzo de bloggers y comentarios, y hay que aprovecharlo. Ponía el ejemplo de la política y de la economía, cómo con internet ha pasado a ser extendido, cómo se vulgariza y no por ello ser malo, al contrario es bueno que todos al final tengan una opinión mejor o peor formada. La ciencia en cambio se percibe como alejada. Esto lo supo ver muy bien Ortega y Gasset entre otros, al afirmar el concepto de "hombre masa", cómo este desconoce el medio técnico y el esfuerzo que lo hace posible.

      Eliminar
    5. Llego tarde, pero ya venía afilando el cuchillo. Menos mal que la cosa se ha calmado y solo usaré las manos.
      Por eso, por las formas correctas pero contundentes, por el fondo sólido, pero no impenetrable, por la claridad diáfana, porque en determinados quiebres templáis para que no hierva la sangre. Yo todavía no he aprendido, y mira que mi abuela siempre me ha dicho: "la paciencia es la madre de la ciencia". En parte, por eso os admiro Litos y pequeño crustáceo por la paciencia y saber hacer. Habéis expuesto claramente causas, consecuencias y culpables (y no se libra ni el tato). Pero para mí, la réplica sobraba porque estaba implícita en lo expuesto más arriba con claridad cegadora. Si alguien se empeña en sacarle punta esgrimiendo flaquezas que, no son precisamente las de esta casa; o con una retórica muy llamativa pero carente de conocimiento de lo que habla...a mi me suena a demagogia. Yo no tengo tanto temple en las formas, y le diría a este señor anónimo que si hubiese invertido más tiempo en estudiar la historia, o simplemente recordar la que hubiese aprendido en en la escuela, la mitad de la monserga que ha soltado, no se le hubiese ni pasado por la cabeza. Se hubiese dado cuenta hace mucho tiempo que lo que somos hoy es fruto una ciencia que fue cosa de gente con tanta pasta que, aburrida supinamante, dedicaba su tiempo a hacer preguntas y buscar respuestas en lo que les daba la real gana. Luego resultó que todo estaba más relacionado de lo que se podía imaginar. Mucho más tarde aparecieron los científicos a sueldo. No digo que en los tiempos que corren no debamos dar explicaciones, pero es que TODOS deberían dar explicaciones. A mí, semejante parrafada me suena a verborrea de esa que usan adalides de la patria cuando pisan el congreso para no decir nada pero justificar sus mandobles. Aunque tiene razón en una cosa: "Que la sociedad esté aborregada y que solo se moleste por los frutos del trabajo científico, de ser esto así absolutamente, aunque me resulta parcialmente cierto, ¿qué estáis haciendo porque deje de serlo? Pues al igual que nadie puede investigar por vosotros, nadie puede transmitir mejor que vosotros vuestra labor". Y a ese respecto ya asumimos la culpa que nos toca, fuimos conscientes de la soberbia del erudito. Por mi parte aquí estoy desde hace tiempo hasta donde mi habilidad me permite. Sin embargo, alguien capaz de escribir tanta prosa, tan bien escrita sin saber de lo que habla y usando exquisitos términos o incluso conceptos de Gasset, debería se capaz de encontrar explicaciones y contrastar datos por si mismo antes de empezar a teclear. Eso, o es que se las quiere dar de listo, porque si no, yo no entiendo su última respuesta...

      Banchsinger.

      Eliminar
  14. Una puntualización al comentario de anónimo. Que la empresa privada se beneficie del I+D no es malo, ni mucho menos. Hay que entender que para que una sociedad funcione necesitamos también la iniciativa privada. Yo soy bastante vehemente defendiendo algunos sectores que deben ser públicos, como puede ser la sanidad o la educación, servicios básicos que son necesarios ofrecer universalmente para que una sociedad progrese, servicios que implican una inversión (odio que lo llamen gasto) que se retorna en forma de una sociedad más sana y mejor preporada. Pero hay otros servicios que no son tan básicos para los que la empresa privada es perfecta. Si la iniciativa privada se beneficia del I+D eso implica puestos de trabajo y una mejora de las condiciones de la clase media, que al fin y al cabo, es la que acaba pagando los impuestos y moviendo el día a día de un país capitalista.

    ResponderEliminar
  15. Para los que nos administran los cuartos, es más complicado poner el "cazo" en lo que respecta a ciencia, educación, cultura, sanidad, dependencia, etc. que pegar pelotazos con obra pública, el ave, Eurovegas, Olimpiadas, Expos y demás zarandajas. Sólo les preocupa lo suyo y el presente. Es muy triste todo lo que nos están haciendo, pero os deseo a todos fuerza y ánimos.

    ResponderEliminar
  16. Es muy cierto, muchos dicen llamarse científicos pero poco hacen ciencia. Sólo hacen fanfarronadas.

    ResponderEliminar

Como dijo Ortega y Gasset, "Ciencia es aquello sobre lo cual cabe siempre discusión"...

¡Comentad, por el bien de la ciencia!