lunes, 25 de mayo de 2015

Principia: mucho más que una revista de ciencia

Este iba a ser un post de propaganda, para dar publicidad a un proyecto del que formo parte y en el que creo profundamente. Pues bien, la mejor publicidad que puedo hacer es simple y llanamente decir que este post... ya casi no hace falta.



La mayoría estaréis familiarizados con el concepto de "crowfunding" o financiación colectiva. Básicamente, las personas interesadas en un proyecto o producto, hacen aportaciones económicas gracias a las cuales este se financia. Si se alcanza el objetivo requerido, el proyecto o la producción en serie del objeto en cuestión tendrá lugar, y cada "aportador" (ostentosamente denominado "mecenas") conseguirá su recompensa, que va desde el producto en sí mismo, hasta una serie de extras que suelen ir en función de la cantidad aportada. Esta ha sido la manera en que se ha optado por financiar la revista Principia, versión en papel de la página web con contenidos culturales de amplio espectro y en la que el diseño, la estética y el arte son indisolubles del contenido de sus artículos, independiente de la temática. ¿Qué tienen en común los artículos que se publican en Principia? Hablan de la vida, de nuestro planeta, de nuestra especie, de nuestra historia, de cuestionar lo que nos rodea, de ir más allá de lo que nuestros ojos ven... llamar a esto "ciencia" sería quedarse tremendamente cortos; nosotros decimos que es "cultura", y creo que esto es bastante más acertado. Conscientes de lo importante que es, no obstante, el componente visual para unos primates como nosotros, Enrique Royuela, Cristina Escandón y el resto de creadores de Principia (secundados por una hueste de locos arrejuntados desde los tiempos de Journal of Feelsynapsis, como el que suscribe y otros tantos ilustradores, diseñadores gráficos, periodistas, y escribientes de toda índole) hemos apostado por crear en paralelo una publicación tangible, preciosista, cuidada hasta el mínimo detalle. En estos tiempos digitales, nos lanzamos a la piscina con una publicación gordota, vistosa y espectacular, con contenidos tan rigurosos y elaborados como los de la web, pero con el aporte especial de constituir un artículo de coleccionista, un volumen que destaque en las estanterías de cualquiera que goce leyendo y deleitando su vista con una publicación de calidad. 

En apenas la mitad del tiempo estimado, se ha conseguido alcanzar la primera cifra planteada como mínima para conseguir imprimir y enviar las revistas a sus compradores. Esto de por sí ya indica el grado de confianza y expectación que ha despertado el proyecto. ¿Está ya todo conseguido? En absoluto. Principia quiere ser una publicación periódica, quiere crecer, quiere ganarse un lugar en vuestros corazones, además de en vuestras estanterías; y para ello, hará falta más aporte económico. Por no mencionar que una de las metas es conseguir que exista una cierta remuneración para todos los implicados: sí amigos, resulta que las cosas bien hechas, no siempre son gratis. Sé que es un duro golpe, pero tenéis que saberlo. 

Así que si os convencen los argumentos de posts como este, o el texto que acompaña la promoción del proyecto (donde podéis ver detalles más concretos acerca de los contenidos y autores que podéis encontrar), no dudéis en participar, pero sobre todo en difundir, en pasar el enlace a vuestros conocidos, en comentarlo junto a la máquina del café, en la cola del supermercado, o durante el cigarrito de después. Que la gente sepa que todavía hay unos cuantos entusiastas capaces de invertir una gran cantidad de esfuerzo, pasión y tiempo en crear algo único, algo bien hecho, algo que esperamos sirva para iluminar un poquito las conciencias, para despertar curiosidad, inspirar ideas y alegrar días de otro modo monótonos. 


Me despido presentándoos un anticipo de mi doble participación en este primer número: por un lado, un artículo sobre implantes biónicos protagonizado por Lord Darth Vader, Señor Oscuro de Sith (un artículo en el que he actuado más de cinéfilo que de científico, tal vez) ilustrado de manera magistral por Irene Mateo:



Y por otro lado, en primicia primiciosa mundial, la revista incluirá una doble página protagonizada por los personajes de OOBIK, el cómic de bio-ciencia ficción que he creado junto al ínclito y superlativo Gerardo Sanz. Se trata de material original, especialmente creado para la revista, pero que complementará la primera aventura que vamos publicando periódicamente en nuestra propia web. De hecho, se presenta en esta doble página a un personaje que tendrá mucho que decir en las páginas venideras, del cual os dejo algunos bocetos para dejaros intrigados y con ganas de conseguir la revista a toda  costa:




Si con esto no he conseguido picaros, ya no sé qué más decir. Solo recalcar que, aunque aún no lo sepáis, QUERÉIS TENER ESTA REVISTA EN VUESTRAS MANOS. No dejéis pasar la oportunidad. Luego no digáis que no os he advertido.

ACTUALIZACIÓN: en la misma web de Verkami podéis leer el planteamiento del nuevo reto de financiación que se pretende alcanzar, en vista del éxito del primero.


lunes, 11 de mayo de 2015

Felicidades, Batablanca

Durante cientos de años, la Humanidad estuvo obcecada con el intento de replicar las condiciones en que la vida surgió por primera vez. Con cada nuevo avance tecnológico, decenas de científicos de distintas disciplinas se lanzaban a intentar replicar aquellos mecanismos que millones de años atrás produjeron una reacción en cadena de vida y evolución. No contentos con ello, con el tiempo alzaron sus cabezas hacia el cosmos con la esperanza de, tal vez, hallar allí la vida y las respuestas que les eran esquivos en sus laboratorios. 
Y perdidos en su obsesión, cegados por la necesidad de saber, fueron incapaces de darse cuenta de que lo que buscaban ya había sucedido ante sus propias narices.

Fue un 11 de mayo de 1959. En un tubo de ensayo olvidado en una gradilla de un discreto laboratorio, donde se trabajaba en una nueva e incipiente disciplina conocida como biología molecular, una cadena de aminoácidos se replegó sobre sí misma tras una serie de intentos aleatorios, dando con una combinación de enlaces inédita hasta la fecha. Y así fue como, ajena al mundo exterior, la primera proteína consciente de sí misma llegó al mundo.

Durante años aquella proteína evolucionaría, según leyes físico-químicas que pasaron desapercibidas para la especie humana; en el más completo anonimato, compartió tubo y medio acuoso con nuevas proteínas que surgían al amparo de las condiciones únicas y prácticamente irrepetibles que la habían visto nacer. Y este microcosmos se vería posteriormente enriquecido por la manipulación de los embatados humanos que inconscientemente trabajaban utilizando esos tubos, rebosantes de vida molecular, trasladando sus habitantes de medio en medio, provocando increíbles aventuras y épicas intrigas moleculares desde la más absoluta ignorancia; ¡cuántos lamentos se sucedieron durante décadas, ante experimentos que inexplicablemente salían mal, ante reactivos de laboratorio que dejaban de funcionar espontáneamente! Si los desalentados experimentadores se hubiesen molestado en ir más allá, generaciones de premios Nobel se hubiesen otorgado a los curiosos que llegasen a indagar en los misterios del experimento fracasado; mas nadie llegó a hacerlo. El microcosmos proteico permanecería en el más completo desconocimiento... hasta que, de forma inexplicable, alguien comenzó a desvelar sus secretos.

El 11 de mayo de 2009, surgió un lugar en internet donde las aventuras y desventuras de estos seres proteicos eran detalladas con todo lujo de detalles. Nadie podría imaginar jamás que los delirios de aquel ocioso investigador que periódicamente publicaba la saga de intriga molecular más surrealista de toda la web bebía de acontecimientos reales, auténticos. Años tras año, esas recreaciones se han sucedido: desde la saga primera, hasta su precuela, pasando por aventuras paralelas, relatos individuales o peculiares reimaginaciones de esos mismos personajes. Aquel extraño blog, donde realidad y ficción se entremezclaban, sigue en activo: y solo podemos esperar que en él sigan sucediéndose estos sugerentes relatos moleculares que nos hablan de seres tan diferentes y a la vez tan iguales a nosotros, cuyas aventuras nos hablan de cómo somos por dentro, tanto espiritual, como celular, bioquímica y molecularmente.

Hoy, 11 de mayo de 2015, dicho blog cumple 6 años. Y pese a todo lo que ha pasado por sus posts, todas las anécdotas que ha recopilado, todas las referencias y homenajes que se le han dedicado... la mejor manera de celebrarlo es felicitar a su personaje más célebre, más longevo, y más entrañable.

Felicidades, Batablanca.